Amanecía con sol y bochorno en Bilbao sorprendiendo a propios y extraños, ese solazo aguantó toda la primera parte... en la segunda parte cayó toda el agua que no había caído en esta semana. En cuanto al juego, parece que la lluvia sentó bien a los ferrolanos.
El partido parecía que se ponía de cara para los hombres de Fran Usero cuando, tras unos primeros compases en los que el Universitario de Bilbao dominaban el juego con una propuesta sencilla basada en el juego directo de delantera, un balón recuperado cayó en manos de Nico Cartelle que hubo de recorrer todo el campo sorteando la desordenada defensa bilbaína y anotó el primer ensayo. Esa jugada, que unida a la transformación de Rusty ponía la eliminatoria en franca ventaja (+18 en el acumulado de los dos partidos) podía haber hecho bajar los brazos al conjunto Vasco tuvo el efecto contrario, les hizo dar un paso al frente e, insistiendo en su juego rocoso de delantera les hizo anotar puntos ante un equipo ferrolano incapaz de contener la avalancha y dejó el marcador al descanso con 31-7.

En la segunda parte habia que echar el resto pero en una jugada rapidísima los bilbaíno anotaron otro ensayo que dejaba la eliminatoria vista para sentencia, 38-7... Y empezó a llover.

La lluvia, muy fuerte, despertó a los ferrolanos que empezaron a disfrutar del juego sin mirar el marcador, un juego alegre y desenfadado, con muchas imprecisiones por la lluvia pero que provocó muchas acciones rápidas de ataque por ambos conjuntos que hicieron que una eliminatoria perdida a falta de 30minutos se convirtiera en un final de infarto en el que el Club Rugby Ferrol tuvo la última posesión para revertir la situación aunque el cansancio por el brutal esfuerzo hizo que el marcador ya no se moviera, mucho remar para morir en la orilla, a sólo 4 puntos, menos de un ensayo de la Gloria. Sin embargo, lo mejor del rugby es que siempre hay otra ocasión, el año que viene más y mejor. Seguro.

La final la disputará el Universitario de Bilbao contra el otro equipo gallego en liza, el Campus Ourense que se deshizo del Gaztedi de Vitoria por 23-7.